Autoridades del Conicet aseguran que este verano no se han registrado invasiones de mosquitos de la especie Aedes albifasciatus, en comparación con el 2024. Este es uno de los motivos por los que la percepción general de los argentinos coincide en que no hubo brotes de picaduras como otros años.
Esta mirada se ve favorecida por tratarse de ejemplares mucho más agresivos y abundantes; sin embargo, advierten que su ausencia no debe ser sinónimo de desatención, puesto que otras poblaciones, como la del Aedes aegypti, continúan presentes y en niveles habituales. En ese sentido, recuerdan que en nuestro país se han identificado más de 240 especies, de las cuales son pocas las capaces de transmitir enfermedades tales como el dengue, el Zika y el chikungunya.
Controlando a los mosquitos
Respecto al registro de los ejemplares, recordaron que se están utilizando ovitrampas, muchas de ellas gestionadas por vecinos de la Ciudad de Buenos Aires -en el contexto de un proyecto de ciencia ciudadana-, con las que pueden medir la distribución, el movimiento y la reproducción de los insectos.
Los expertos señalan que la abundancia de los mismos depende principalmente de las condiciones climáticas y las conductas humanas. Al respecto, creen que la merma de los albifasciatus estaría relacionada con las bajas precipitaciones de los últimos meses.
Características y prevención
- Quizás te pueda interesar: “Mar del Plata colabora contra los mosquitos”.
La especie en cuestión también es conocida como “de inundación”, ya que prolifera en charcos y anegamientos; es por ello que, pese a que la falta de lluvias fue favorable, recuerdan la importancia de vaciar aquellos recipientes que pudieran estancar agua y servir de criadero.
Un reciente estudio, publicado en Journal of Vector Ecology, asegura que los mosquitos prefieren poner sus huevos en agua con materia orgánica -por ende, en recipientes sucios-, con lo que mantener una buena limpieza podría ser suficiente para combatirlos.