Según un estudio, el cambio climático traerá aparejada la mengua o incluso la desaparición de los últimos bosques de abetos que quedan en la cuenca mediterránea. Esto se sumaría a las olas de calor y a los períodos de sequía extremas.

Investigadores de varios países europeos, liderados por ecólogos españoles, investigaron sobre el futuro de siete de las especies de abetos presentes en la región mediterránea.

El botánico del Instituto Pirenaico de Ecología CSIC sostiene que observaron una baja en el crecimiento de los árboles. Raúl Sánchez Salguero añade que es una bajada previa a la mortandad. Cada vez es más frecuente ver abetos marrones o grises (muertos) entre el verde de los demás árboles.

Según los resultados de su trabajo, buena parte de los abetales mediterráneos sufrirán contracciones del crecimiento de sus árboles de entre el 20 y el 50% para la segunda mitad de este siglo. Al cronificarse lo que antes era excepcional (sequía y olas de calor), los bosques de abetos situados más al sur, como los de Andalucía, Marruecos, Turquía, Siria o Grecia podrían desaparecer.

Para sus autores, esta investigación permitirá determinar la vulnerabilidad climática de cada bosque, generando mapas globales o continentales y estableciendo el posible impacto de futuras sequías y otros eventos extremos climáticos sobre los bosques.

Sánchez Salguero indica que el objetivo futuro será mejorar estos modelos empíricos de vulnerabilidad para ampliar el análisis a otras especies de árboles y otros tipos de bosques en la cuenca mediterránea y Europa.

Fuente: El país.

PH: La Vanguardia.