Un reciente trabajo publicado en la revista Systematics and Biodiversity notifica sobre la existencia del Dulcibella camanchaca, el cual es un crustáceo depredador de gran tamaño descubierto en la fosa de Atacama por científicos del Instituto Oceanográfico Woods Hole (WHOI) y el Instituto Milenio de Oceanografía (IMO).
Dicho estudio remarca la importancia de la exploración en los ecosistemas hadales, que están ubicados debajo de los 6.000 metros y famosas por albergar especies únicas y desconocidas para la ciencia.
La especie depredadora de la fosa de Atacama
Este nuevo ser vivo es conocido por ser el primer anfípodo depredador activo de gran tamaño en profundidades extremas, específicamente a unos 7.902 metros de profundidad. Esto se pudo confirmar gracias a un vehículo de aterrizaje no tripulado equipado con trampas cebadas.
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Este descubrimiento es destacable ya que amplía los conocimientos sobre los depredadores no carroñeros en estas profundidades. A partir de la existencia del Dulcibella camanchaca, se constituye un nuevo género dentro de la familia Eusiridae, lo que subraya su singularidad evolutiva y su relevancia para entender la biología de los ecosistemas que habita.
Las características del ejemplar
El epíteto “camanchaca” se refiere a la palabra “oscuridad” en las lenguas de los pueblos andinos, lo que hace referencia a que este ejemplar de la nueva especie fue encontrado en un área completamente oscura.
El individuo presenta un tamaño inusual, con una longitud de 38.9 mm, lo que la posiciona dentro del fenómeno conocido como gigantismo de aguas profundas. Además, la especie cuenta con un cuerpo liso sin ornamentación dorsal, un telson elongado y débilmente dividido, y apéndices robustos lo que indica que tiene un estilo de vida depredador.