Estudios recientes indican que el hielo marino del Ártico y de la Antártida se encuentran cerca de alcanzar mínimos históricos. En el último verano, en el hemisferio norte, el hielo marino retrocedió a niveles casi récord, y aún sigue a la espera de la confirmación de que alcanzó su extensión mínima anual, según investigadores de la NASA y el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo (NSIDC).

la desaparición del hielo en los polos

A raíz de la información, obtenida a través de los altímetros espaciales, se reveló que gran parte del hielo más antiguo y grueso desapareció. De hecho, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, lejos de las costas, el  hielo marino otoñal ha bajado a unos 1,3 metros, por debajo del máximo de 2,7 metros registrado en 1980.

Con el temor de un posible  aumento de las temperaturas del aire y del mar, los científicos monitorizan estos cambios para entender cómo actúa el Ártico. Y a raíz de ello, en los últimos 46 años, los satélites detectaron tendencias continuas de mayor derretimiento en verano y menor formación de hielo en invierno. Si las condiciones fueran las ideales, el hielo perdido debería recuperarse durante la temporada de frío.

El nuevo récord en el Ártico

En la actualidad, el hielo marino del Ártico alcanzó una extensión mínima de 4,28 millones de kilómetros cuadrados, lo que representa aproximadamente 1,94 millones de kilómetros cuadrados menos que el promedio a finales de verano de 1981 a 2010, que era un territorio de unos 6,22 millones de kilómetros cuadrados.