Una actualización del índice de Conservación de la Naturaleza evaluó 180 destinos a partir de cómo están actuando frente al cuidado del ambiente. Estos factores incluyen el número de especies en peligro, la cantidad de áreas protegidas, la calidad de las leyes vinculadas a la naturaleza y otros elementos cruciales que dan una visión clara sobre los esfuerzos de cada país.
En la actualidad, este indicador se convirtió en un referente indispensable para la creación de nuevas políticas por parte de gobiernos y organizaciones; así como para turistas que están buscando viajar de manera más responsable.
¿Quién aplica más regulaciones de conservación?
Como te contábamos, este listado destaca criterios importantes, como la cantidad de plantas y animales en peligro, las áreas destinadas a la preservación -como los parques naturales protegidos-, y la firmeza de las legislaciones junto con los recursos destinados a cumplirlas. Se trata de un enfoque integral que hace relucir a las naciones más vanguardistas y aquellas que están enfrentando mayores dificultades.
En cuanto a los mejores países, el ranking es liderado por Luxemburgo, con una puntuación de 70 sobre 100. Explican que aunque se trata de un territorio pequeño, cuenta con una sólida red de áreas resguardadas donde habita una gran variedad de flora y fauna.
Detrás se encuentran otros Estados europeos, como Estonia, Dinamarca y Finlandia, cuyas políticas estrictas lograron generar una alta conciencia ecológica entre sus habitantes. Además, las normativas están destinadas a limitar la explotación industrial y preservar principalmente bosques, humedales y lagos.
- Quizás te pueda interesar: “La CAF contribuye a la conservación de la selva misionera”.
En América Latina lidera Costa Rica, que se encuentra dentro de los diez primeros puestos. El 25 % de sus tierras se encuentran bajo la protección del Estado y su desarrollo económico se basa principalmente en el cuidado de la biodiversidad, ofreciendo un turismo de naturaleza.
¿Quiénes están abajo?
En el otro extremo se encuentra Kiribati, una pequeña nación insular ubicada en el Océano Pacífico que destaca por ser la peor posicionada. Pese a su riqueza en biodiversidad marina, enfrenta serias amenazas debido al cambio climático y la falta de recursos financieros, siendo la erosión, la subida del nivel del mar y la contaminación de sus costas los principales problemas.
Turquía, Irak y Micronesia le siguen, principalmente por la cantidad de conflictos políticos, la falta de estabilidad y su insuficiente legislación ambiental. Las guerras son lo que más ha limitado su capacidad de priorizar la naturaleza.
Ante estos resultados, el Índice de Conservación de la Naturaleza deja en evidencia que los países con mayores recursos financieros tienen más chances de ubicarse en puestos más favorables en cuanto a la protección del planeta; mientras que los que poseen economías más inestables tienen otras prioridades y urgencias que les impiden poner el foco en el ambiente. Hablamos de serias limitaciones para cumplir con los estándares saludables.