Productores ovinos de al menos cinco provincias, con el apoyo de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), denunciaron que, por el aumento de especímenes, la viabilidad para criar ovejas se ve afectada. En ese sentido, aseguran que la presencia de guanacos está teniendo repercusiones en el equilibrio ecosistémico de toda la región. 

Explican que estos animales superaron la barrera del millón en Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Neuquén, en un período de sólo cinco años. Su expansión pone en riesgo a múltiples especies dado que se trata de una región con escasez de agua y de tierras disponibles para pastoreo, lo que se traduce en una mayor competencia por los recursos. 

Ovejas en peligro

Una investigación realizada por el grupo de Recursos Naturales de la Estación Experimental Agropecuaria Santa Cruz asegura que en las últimas dos décadas hubo una merma del 32 % de las cabezas de ganado ovino. Esto también podría explicarse por el aumento de ataques hacia éstos. 

Sobre este último punto, expresan que, por la falta de pastura, los rebaños se están movilizando y quedando más expuestos a depredadores -como los zorros y los pumas- que conviven en el área. Cabe destacar que se trata de presas fáciles. 

Las ovejas quedan a merced de los depredadores por la expansión de los guanacos.
Las ovejas quedan a merced de los depredadores por la expansión de los guanacos.

¿Qué hacer con los guanacos?

Expertos agrónomos anticiparon que la excesiva presencia de estos camélidos está reduciendo la variedad y calidad de alimentos, lo que podría a su vez agravar la desertificación a largo plazo. 

Ante la alarmante situación, reclaman al gobierno por políticas públicas que garanticen la convivencia entre las ovejas y los guanacos; o, en su defecto, que se les permita matarlos. Esta última solicitud despertó resistencias entre los grupos ambientalistas.