Una revisión reciente compartida por el medio HealthDay News sostiene que las emisiones en la atmósfera parecen ser responsables de deficiencias en el desarrollo cognitivo de los niños y niñas. Los especialistas explican que estos resultados se dan incluso en aquellos lugares donde se respetan los estándares considerados seguros. 

Los autores sugieren que existen diferencias evidentes entre los cerebros de cada infante dependiendo el nivel de exposición a la contaminación. Para dar con estas conclusiones se realizó un análisis de más de 40 estudios combinados. La mayoría de ellos relaciona la calidad del aire con afectaciones a la cantidad de materia blanca.

Consecuencias en el desarrollo cognitivo

Cabe destacar que esta situación puede resultar en problemas vinculados a las habilidades de pensamiento y en diagnósticos cada vez más tempranos de Alzheimer. Asimismo, explican que los más pequeños se ven más perjudicados debido a que es en relación con el peso que se absorben más o menos contaminantes. 

¿Qué hacer?

Tras llegar a estos resultados, los especialistas instaron a los padres, adultos responsables y a los gobiernos a propiciar la utilización de filtros de aire en hogares y escuelas próximas a centros expuestos a la contaminación, como lo pueden ser las autopistas o las grandes ciudades. 

Asimismo, hicieron hincapié en la importancia de incorporar medidores de la calidad del aire y en aumentar los compromisos con el ambiente. Al respecto, aseguraron que la mayor parte del material contaminante proviene de incendios forestales y de plantas de carbón. 

Explican que no sólo se trata del desarrollo cognitivo, sino que, en general, las emisiones afectan de diversas formas la salud de todos los individuos, independientemente de su edad.