Un reciente análisis, hecho en base a datos de la red Mapbiomas, asegura que en la Amazonía se deforestaron más de 88 millones de hectáreas de bosques en los últimos 39 años. Ésta superficie sería equivalente a la extensión territorial de Venezuela.

Es así que, en casi cuatro décadas, se perdió un 12,5 % de la cobertura vegetal. La mayoría de estos espacios fueron cedidos a la minería legal e ilegal -que se expandió un 1.000 %-, y a la industria agroganadera. Estos resultados pudieron ser comprobados gracias a la comparación de imágenes satelitales. 

Los datos

De acuerdo a ellos, los bosques inundables fueron los más afectados, con una reducción de 4,5 millones de hectáreas, lo que pone en serio peligro la abundancia y la diversidad biológica del ecosistema y la vida de quienes dependen de él. 

Asimismo, el 71 % de la deforestación registrada en este informe se situó en la cuenca del Amazonas, mientras que el 23 % se dio en la sabana tropical El Cerrado. Los porcentajes minoritarios se dieron en las zonas que pertenecen a Bolivia y Paraguay.

Para este informe se tomó en cuenta un territorio de más de 8,4 millones de kilómetros cuadrados distribuidos entre los países mencionados y Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guyana Francesa.

El problema de la Amazonía

Los expertos sostienen que estos datos son clave de cara a la próxima Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático que se celebrará en Brasil durante noviembre de 2025. Este evento está destinado a reunir a los líderes del mundo para establecer acuerdos multilaterales que impulsen políticas de conservación y restauración más estrictas. 

En ese sentido, se plantea hablar de los desafíos que presenta la Amazonía antes de alcanzar el punto de no retorno y cómo sustituir las actividades actuales sin desconocer las necesidades económicas de la región.