Un reciente estudio, realizado por un grupo internacional de expertos, investigó la capacidad de reconstrucción de la flora y sus efectos en la recuperación del sistema terrestre frente a eventos vinculados al calentamiento global. Cabe destacar que el análisis de las plantas se basó en los períodos Pérmico-Triásico, Triásico-Jurásico y Paleoceno-Eoceno. 

Al respecto, los últimos acontecimientos climáticos, sumados al aumento de las olas de calor en todo el planeta, fueron los que motivaron la investigación. Con ella buscan evaluar cómo estos grados extra amenazan el equilibrio de los ecosistemas y la vida en sí. Asimismo, se propone encontrar soluciones a corto y largo plazo.

Cómo impacta el calor

Explican que las épocas mencionadas estuvieron vinculadas a erupciones volcánicas que causaron la extinción masiva de especies terrestres y marinas. En ese sentido, las grandes cantidades de carbono emitidas también desencadenaron aumentos repentinos de temperatura en todo el mundo.

Dicha alteración en los entornos podría haber influido durante millones de años en los sistemas de regulación del clima y de la cantidad de emisiones en la atmósfera. Sobre este punto, los científicos detallan que el dióxido de carbono que estaba presente en ese entonces fue el culpable de causar un efecto invernadero al atrapar y condensar el calor dentro de nuestro planeta. Si bien su proveniencia era natural, actualmente la responsabilidad es de la actividad humana.  

Plantas resistentes a todo

Detallan que los ecosistemas tienden a disminuir este gas mediante procesos metabólicos, donde los suelos y los océanos se convierten en sumideros capaces de capturarlo.  Sin embargo, este sistema tiene algunas limitaciones. 

Explican que, cuando las temperaturas se modifican, los funcionamientos de la vegetación y su cantidad se ven afectadas, lo que dificulta su capacidad de absorción.

Gracias a un reciente modelo informático basado en el comportamiento de las plantas en relación al estrés por el clima, lograron visualizar cómo fueron evolucionando las diferentes especies y determinar que sólo en el período Pérmico-Triásico, la flora demoró millones de años en recuperarse y que para lograrlo tuvo que pasar por una etapa de adaptación. Es decir, no bastó con que el calor disminuyera -lo que también fue necesario-, sino que debieron volverse más resistentes a él.