Un reciente estudio basado en la exploración de las selvas colombianas, peruanas y panameñas reveló que la proliferación de las uvas estaría relacionada a la extinción de los dinosaurios durante el Cretácico-Paleógeno. ¡Así como escuchás!
Los científicos originalmente estaban en búsqueda de semillas fosilizadas de la fruta y fue así que encontraron evidencias de que estas habrían aparecido entre unos 60 y 19 millones de años atrás en el hemisferio occidental.
Factores en común
En coincidencia con este descubrimiento, una investigación anterior había determinado el origen de una especie de la familia de las uvas en la India en momentos donde surgió el impacto del Chicxulub, que acabó con los dinosaurios no aviares y el 76 % de todas las especies vivas de nuestro planeta. Esta información viene a cuestionar la relación entre los asteroides masivos y esta especie.
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Todos estos análisis partieron del hallazgo, en 2022, de lo que se creía era el primer fósil en los Andes colombianos, dentro de una roca milenaria. En ese entonces se trataba de un pariente de la especie Vitis vinifera, muy empleada en la producción de vino.
Las uvas vs. los dinosaurios
Lo que intentan explicar ahora es por qué, luego de la extinción de estos animales, es que este fruto comenzó a extenderse por todo el mundo. En principio, los expertos creen que la ausencia de estos animales fue clave, dado que toda la vegetación cambió y que eso podría haberle dado la posibilidad de proliferar.
Esta teoría propone a los dinosaurios como responsables de la alteración de los ecosistemas y de impedir la formación de bosques y selvas frondosas debido a su gran tamaño con el que terminaban derribando la flora y creando espacios más abiertos. Al respecto, afirma que si esta “crisis de biodiversidad” continuara no existirían las uvas.