En los últimos años han aumentado las alertas en torno al aumento de las temperaturas por causa del calentamiento global; de hecho, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA), por sus siglas en inglés), advirtió que el 2023 representó un récord nunca antes registrado en el planeta. 

Paralelamente, las advertencias por inviernos cada vez más fríos, como el que se aproxima en la Patagonia -según informó el Servicio Meteorológico Nacional de Argentina- también son más frecuentes. Esta dualidad ha llevado a los expertos a replantearse cómo funcionan estos fenómenos. 

Calentamiento global y enfriamiento global

En ese sentido, aclaran que aunque el planeta se “está calentando”, eso no es sinónimo de que dejen de existir las bajas temperaturas, sino que simplemente los eventos -tanto de frío como de calor- se ven exacerbados. Asimismo, detallan que no son los únicos factores que se ven alterados, sino que también hay un impacto en la circulación atmosférica , en los patrones y tamaño de las variaciones climáticas naturales -como El Niño o La Niña- y en el tiempo local.

Conclusiones

Así lo explica un nuevo documento elaborado por The Royal Society, la principal organización de promoción a la investigación científica de Gran Bretaña. Este no es el único estudio que retrata las consecuencias del cambio climático, de hecho este año National Geographic ya había abordado el tema, citando dos investigaciones anteriores, del año 2017 y 2018. 

En lo que coinciden los expertos es que el calentamiento global tiene mayor incidencia en las latitudes septentrionales de Europa y en el Ártico, provocando inviernos más fríos en el primer caso y más cálidos en el segundo.