Un reciente estudio publicado en la revista Asociación Americana del Corazón afirma que la exposición a la luz natural y las salidas al aire libre podrían prevenir la insuficiencia cardíaca, los infartos y los ataques cerebrovasculares, entre otras enfermedades.
No es la primera vez que los expertos señalan que un estilo de vida saludable es una estrategia que previene aquellas afecciones que limitan el bombeo de sangre rica en oxígeno al resto del cuerpo.
En búsqueda de una solución cardíaca
Si bien ya se sabía qué factores podían dañar la salud, como el consumo de tabaco, los ultraprocesados, las gaseosas y el alcohol, al igual que el sedentarismo y la mala calidad del aire, los investigadores se preguntaban qué hábitos podrían compensar lo lascivo estas actividades.
Fue así que buscaron examinar si había alguna asociación entre el tiempo de exposición a la luz solar y la incidencia de casos de personas con este trastorno.
Investigación
Para comprobar su hipótesis, se hizo un estudio de cohortes que incluyó la participación del Biobanco del Reino Unido y sus reclutados, que fueron entrevistados entre el 2006 y el 2010. Los involucrados tenían entre 40 y 70 años y su salud cardíaca era óptima.
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A los participantes se les dió un seguimiento de más de doce años, en ese tiempo casi 14 mil de ellos fueron diagnosticados con la afección.
Los resultados demostraron que las personas que se exponen al sol entre una y tres horas al día pueden reducir el riesgo de tener insuficiencia cardíaca. Sin embargo, advierten que la exposición excesiva puede elevar la temperatura corporal y enfrentarnos a la contaminación ambiental.
En ese sentido, sostienen que no cualquier lugar es apto para salir al aire libre y que, dependiendo la cantidad de partículas suspendidas en el aire, podría ser más conveniente quedarse en casa para evitar enfermarse.
Detrás de la afección cardíaca
La investigación fue liderada por científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad JiaoTong de Shanghai, China, junto al Departamento de Ciencia Médicas de la Universidad de Uppsala, en Suecia.
Los expertos señalaron que esta información debe tomarse con precaución dado que hay otro montón de motivos subyacentes por los que una persona podría sufrir una enfermedad cardíaca, incluidos el estrés y los factores hereditarios.