Los buscadores ilegales de oro, conocidos como “garimpeiros” en la región, son los responsables de atentar contra las comunidades yanomamis, según el gobierno de Brasil

Advierten que sus integrantes se encuentran en emergencia, dado que la selva donde habitan está siendo destruida por los mineros. Asimismo, éstos están acusados de violar y asesinar a los miembros aborígenes. 

¿Qué alertó al gobierno de Brasil?

La investigación, que está caratulada como “genocidio”, se abrió tras el hallazgo de numerosos casos de niños y niñas yanomamis de Brasil con desnutrición grave, además de enfermedades como la malaria e infecciones respiratorias.

Ante este panorama, el estado de Roraima envió alimentos y asistencia médica al territorio, que es tan extenso como Portugal. Del mismo modo, se inició un proceso de expulsión para que más de 20.000 mineros ilegales desalojen el área. 

Los mineros ilegales destruyen la selva y los recursos de vida de los yanomamis en Brasil.
Los mineros ilegales destruyen la selva y los recursos de vida de los yanomamis en Brasil.

El reclamo de los yanomamis

Por su parte, los indígenas denunciaron que la actividad ilegal ha puesto en riesgo su subsistencia al contaminar y desabastecer sus medios para alimentarse. Es el caso de los ríos, donde la presencia de mercurio los ha convertido en un riesgo para la salud.

Durante todo el 2023 hubo más de 400 operaciones que incluyeron la incautación de 120 millones de dólares, sin embargo, es evidente que no se le ha podido hacer frente a los “garimpeiros” que una y otra vez retoman con la explotación y la crisis humanitaria de 30 mil yanomamis.

Tan solo entre enero y noviembre del año pasado, murieron 308 indígenas yanomamis, la mayoría de ellos menores de 5 años.

Luiz Inacio Lula Da Silva, actual presidente de Brasil se pronunció sobre estos hechos y lamentó en una entrevista reciente que su gobierno “está perdiendo la batalla contra la minería ilegal”, aunque prometió que la seguiría combatiendo. En ese sentido, anunció que destinará durante 2024 unos 250 millones de dólares para instalar cada vez más fuerzas de seguridad en la zona.