El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó el lugar donde se presume que fueron enterradas las víctimas de la masacre de San Antonio de Obligado de 1887, en lo que constituye el primer hallazgo de una fosa común vinculada con un genocidio perpetrado por el Estado Argentino. Así lo informó el colectivo de abogados de las comunidades y el colectivo Guías que acompañaron las tareas.
El hallazgo de restos humanos se produjo el pasado 27 de septiembre en el marco de los sondeos que el antropólogo Juan Nobile, venía realizando desde marzo en esta localidad santafesina a pedido de la Fiscalía Federal de Reconquista que está investigando los hechos de cara a la realización de un juicio por la verdad histórica, el primero por delitos de lesa humanidad cometidos por las fuerzas de seguridad del Estado en el siglo XIX.
Cintia Chávez, la abogada que representa a las comunidades qom y mocoi descendientes de los indígenas fusilados en 1887, explicó que el hallazgo tuvo «una carga emotiva muy fuerte» ya que previo a los inicios de esa jornada de excavaciones se realizó una ceremonia para solicitar permiso «a nuestros ancestros que yacen en ese territorio» y bendecir la tarea de los investigadores, de la que participaron autoridades estatales, indígenas y el obispo José Ángel Masín.