Un estudio llevado a cabo en la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, afirma que algunos consumidores pueden tener niveles elevados de plomo y cadmio en la sangre y en la orina. Comparado con los participantes que no consumen marihuana ni tabaco, tienen un 27 % más de plomo y un 22 % más de cadmio.
La investigación, publicada en la revista Environmental Health Perspectives, es innovadora por su enfoque, ya que hasta el momento sólo se habían estudiado los niveles de metales en la planta de cannabis, no en sus consumidores.
La planta es capaz de absorber estos compuestos del suelo, por lo que los contaminantes viajan a través del tallo hasta las hojas y las flores. Los nuevos hallazgos demuestran que también pueden pasar al ser humano.
Los investigadores coincidieron en que no existe una cantidad segura de exposición al plomo, ya que incluso niveles bajos pueden retardar el desarrollo cerebral de los niños y provocar problemas de aprendizaje y de conducta. En los adultos, la exposición crónica al plomo aumenta el riesgo de hipertensión arterial, problemas cardíacos y daño renal.
En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que el cadmio es carcinógeno para el ser humano. La exposición a niveles bajos, como a través del humo del tabaco, puede provocar enfermedades renales y huesos frágiles.
La marihuana es la tercera droga más consumida en el mundo, por detrás del tabaco y el alcohol.
Sobre el universo estudiado, los autores del trabajo detallaron en la publicación que “en comparación con quienes no consumían marihuana ni tabaco, los participantes que reportaron un uso exclusivo de marihuana eran en promedio más jóvenes”. De las personas que no consumían marihuana ni tabaco actualmente, el 47% había consumido marihuana en su vida”.