Científicos advierten que los efectos del calentamiento global, con sequías y variaciones de temperaturas excepcionales, modifican el crecimiento de plantas y árboles junto con una alta migración de plagas, lo que las debilita y genera mortandad de especies vegetales en ciudades y, de forma masiva, en bosques.

Especialistas agrónomos detallaron que en el contexto actual de Argentina, luego de días muy cálidos en pleno invierno, el crecimiento de los árboles podría permanecer normal, pero la forma de la planta puede cambiar al igual que la función de sus órganos.

A su vez, señalan que el incremento de temperatura provoca que las plantas transpiren más y necesiten más agua, lo que puede traer problemas a futuro con los cultivos también.

Otro de los factores que alerta a los expertos es que uno de los efectos del cambio de temperatura es la disrupción entre las plantas y los organismos que las consumen. Insectos herbívoros o patógenos, quienes históricamente estuvieron en equilibrio, pero que ahora están provocando su muerte.

Bosques de coníferas, sobre todo en el hemisferio norte, padecen una masiva mortandad de árboles, causada por insectos, que se dispersan a zonas donde no incursionaban porque eran más frías.

Por su parte, las plantas se debilitaron con las altas temperaturas y la baja capacidad de absorción de agua, lo que les provoca un alto nivel de estrés y «no tienen defensas para hacer frente al ataque de los insectos