La central hidroeléctrica de Kajovka, ubicada a 60 kilómetros de la ciudad de Jerson, es una infraestructura clave del sur ucraniano anexada por Rusia, que se encarga de abastecer de agua a la península de Crimea.
Por motivos del enfrentamiento entre Ucrania y Rusia, una parte de la represa fue destruida, lo que obligó a evacuar las localidades aledañas ante las inundaciones, y produjo riesgos ecológicos por el vertido de material contaminante. Esto elevó la alerta en la planta nuclear de Zaporiyia, ya que usa el agua de esa presa para refrigerar sus reactores.
Es necesario recordar que tanto esa instalación como la central hidroeléctrica fueron tomadas por las tropas rusas al inicio de la invasión del país vecino, lanzada el 24 de febrero de 2022. Frente a esta situación, desde Rusia acusan a Ucrania de un “sabotaje deliberado”.
Mientras tanto, en Ucrania acusan a Rusia de haber destruido la presa con tal de «frenar» la contraofensiva que Kiev prepara para recuperar el terreno perdido en el sur y el este del país.