Se trata de unas 85 mil hectáreas de humedales, sitios arqueológicos y hasta glaciares. Estos espacios junto con la Reserva Natural de la Defensa “Uspallata” podrían conformar un espacio de preservación más grande, si el congreso provincial aprueba el proyecto elaborado por el Ministerio de Defensa, la Administración de Parques Nacionales y las comunidades locales.

Esta área fue establecida en el 2021 y toma tierras del Ejército Argentino en las que nacen algunos de los ríos más importantes de la provincia. En el mismo territorio fue registrado durante el 2022 un ejemplar de gato andino, una especie en peligro.

La iniciativa propone asignar más de un tercio de esa reserva a la creación de un parque que aumente los niveles de protección de la biodiversidad e impulse el desarrollo económico de la zona a través del turismo.

El proyecto busca que un Parque Nacional le dé protección a todos estos sitios de importancia biológica e histórica, y lo que se consensuó es que la recategorización de tierras no afecte el desarrollo de las actividades habituales de adiestramiento de las Fuerzas Armadas.

Las Fuerzas Armadas ayudan a proteger miles de hectáreas ¿Quién lo diría?

Son al menos 18 los predios que los organismos del Ministerio de Defensa protegen. Dentro de ellos, hay más de 400 mil hectáreas de biodiversidad en 13 provincias de Argentina.

La mayoría de estos territorios presentan un alto grado de conservación de sus características naturales debido a la presencia militar que permitieron que estos sitios mantuvieran su fauna y flora original.

Estos espacios son utilizados principalmente para prácticas de supervivencia y maniobras de desembarco. Actividades que no están destinadas a modificar los ecosistemas, por el contrario, su conservación se vuelve elemental para llevar a cabo estas simulaciones en campo abierto.

Estos predios son seleccionados por Defensa Nacional junto con la Administración de Parques Nacionales, en base a la necesidad de protección del espacio y de las condiciones que ofrece este para realizar las actividades militares mencionadas. Si el área tiene las características adecuadas, se procede a la creación de una Reserva Natural de la Defensa.

Cuando se empezó a trabajar la idea de institucionalizar estos terrenos en el marco de “Reserva”, se contempló que muchos de estos predios que ya eran usados por las Fuerzas Armadas, mantenían altos niveles de conservación y potencial de restaurar los ecosistemas.

Desde la Administración de Parques Nacionales, destacan que esta es una buena estrategia para entender que el uso que se le da a los predios no tiene por qué ser incompatible con la protección del ambiente.