Indicaron que dependen de los países del G20, detallando que son los responsables del 80 % de las emisiones globales.
En la misma línea, sostuvieron que al ser los principales culpables de la crisis climática deben escuchar y priorizar el financiamiento para esa causa con la finalidad de ayudar a prevenir posibles desastres naturales y sus consecuentes víctimas.
En ese sentido, explicaron que los Estados tienen la obligación legal de proteger los derechos de las generaciones presentes y futuras de los impactos adversos del cambio climático, y el mundo no se puede permitir retroceder en sus compromisos de transición hacia las energías renovables.
Por estos motivos, instaron a pagar un impuesto global al carbono, considerando que la industria del petróleo y el gas sigue generando casi 3.000 millones de dólares diarios en beneficios.