En todo el mundo los especialistas en cuestiones climáticas han advertido sostenidamente que estos fenómenos golpearán con mayor frecuencia y con temperaturas más altas a medida que el mundo se calienta. No obstante, el futuro está llegando más rápido de lo que presagiaban los investigadores, particularmente en Europa Occidental, que es un punto crítico para las olas de calor. Estas no son solo olas de calor cada vez más poderosas, sino que, además, rompen récords y desafían las expectativas derivadas de los modelos climáticos.
En el análisis, publicado en Nature, se destaca que “el calor extremo es una de las consecuencias más mortales del calentamiento global. Mata a las personas directamente, como las que trabajan al aire libre. Y sobrecarga las redes de energía, interrumpiendo el suministro de electricidad en momentos en que las personas más necesitan aire acondicionado o ventiladores para sobrevivir. También pueden exacerbar otros desastres, como los incendios forestales, y cobrar un alto precio en la salud mental.
Si bien la tendencia de olas de calor no es una preocupación reciente, luego de una etapa crítica en junio de 2021 en el noroeste del Pacífico de América del Norte, los especialistas comenzaron a concentrarse en su seguimiento. Esa ola de calor estaba tan lejos de lo predecible que reubicó a los científicos en el estudio de los fenómenos.
En junio, Tokio pasó nueve días consecutivos por encima de los 35ºC, su ola de calor más severa desde que comenzaron los recuentos oficiales en la década de 1870. A mediados de julio, el Reino Unido batió récords cuando las temperaturas superaron los 40ºC por primera vez desde que comenzaron las mediciones. Mientras tanto, los incendios forestales potenciados por el calor devastaron partes de Francia, España, Grecia y Alemania. Y China se ha enfrentado a múltiples olas de calor generalizadas, incluida una que azotó a más de 400 ciudades en julio último.
Algunas causas posibles que harían entender los hechos presentes podrían deberse a que los modelos climáticos no capturan todo lo que influye en las olas de calor y, por lo tanto, no proyectan los extremos de calor futuros con total precisión.
Fuente: Infobae