Global Electricity Review, el relevamiento realizado por la compañía Ember, cubrió la generación de electricidad para 209 países desde 2000 hasta 2020. Para 2021, se agregaron datos de 75 países, que juntos representaron el 93% de la demanda mundial. Siete de los nuevos países superaron el umbral durante el año pasado: China, Japón, Argentina, Vietnam, El Salvador, Hungría y Mongolia.
Según el informe, la transformación más rápida ocurrió en los Países Bajos, Australia y Vietnam, con el 10% de la demanda de electricidad cambiando de combustibles fósiles a energía eólica y solar en dos años. A la vez, las cinco economías más grandes del mundo se encuentran entre los 50 países que ahora generan este umbral con energías “limpias”.
Esta tercera edición muestra que unos 10 países producen más de la cuarta parte de su electricidad a partir de estos dos recursos, entre ellos Dinamarca con el 52%, Luxemburgo con el 43% y Uruguay con el 47%.
Sin embargo, a pesar de los progresos, el informe también destaca el repunte del carbón —especialmente perjudicial para el ambiente—: la producción de las centrales eléctricas de carbón aumentó un 9% en 2021, una suba sin precedentes desde “al menos” 1985.
Esta energía representó el 59% del aumento general de la demanda de electricidad, subraya el documento. Resultado: las emisiones de CO2 vinculadas al sector eléctrico alcanzaron su punto máximo el año pasado.
Ember precisa que la producción mundial de energía solar aumentó un 23%, mientras que la oferta eólica aumentó un 14 %. En total, el 38% de la electricidad mundial en 2021 provino de fuentes libres de carbono, incluida la nuclear, siendo la principal energía renovable la hidroelectricidad.
“Nos estamos acercando a ese punto de equilibrio en el que la energía eólica y solar pueden satisfacer la nueva demanda de electricidad, pero aún no hemos llegado allí. Si mantenemos las tasas de crecimiento que estamos viendo, lo lograremos pronto”, dijo Dave Jones, director global de Ember. Según la organización, para limitar el calentamiento a 1,5°C respecto a la era preindustrial, el sector eléctrico deberá extenderse a nuevos usos (transporte, calefacción, etc.) y ser completamente libre de carbono.
En esa línea, para que el sector eléctrico cumpla con los objetivos del Acuerdo de París, la producción de electricidad a partir de energía eólica y solar debería aumentar en un 20% anual para 2030, concluyó la presentación.
Con información de Infobae / PH: El Cronista