Vodafone, compañía de origen británico, ha mostrado recientemente los Rainforest Connection Guardians, unos sistemas de vigilancia que pretenden desarrollar bosques inteligentes a través de sensores IoT (Internet of Things, “Internet de las Cosas”), inteligencia artificial y servicios de almacenamiento en la nube. Y todo ello combinado en un artilugio camuflado en la copa de un árbol para detectar la tala ilegal en tiempo real y alertar a los guardabosques.

Los sensores acústicos tienen la capacidad de detectar los sonidos del bosque hasta un kilómetro de distancia y su propósito es recopilar constantemente datos sobre el entorno circundante y transmitirlos al servidor. Mediante inteligencia artificial, la plataforma reconoce los sonidos que van llegando de la zona boscosa y envía alertas en tiempo real con geolocalización a una aplicación instalada en los teléfonos móviles de los responsables de la custodia del paraje natural, como los guardabosques, para que puedan intervenir de inmediato y actuar en consecuencia.

Con unas placas solares de color verdoso y en forma de flor, la caja que establece la conexión con el servidor recibe la energía necesaria para funcionar, ya que su alimentación es totalmente limpia y ecológica, y no genera ningún residuo para el ambiente.

En Rumanía, Vodafone ya ha comenzado a instalar este tipo de servicio de vigilancia con la finalidad de entorpecer la tala indiscriminada de árboles que sufren los bosques en este país. Así como también ha reducido el acceso de vehículos no autorizados a parajes naturales, ya que el guardián electrónico es capaz de distinguir también el sonido de motores.

Calculadoras de carbono

El Reino Unido tiene otra solución que tiene a los árboles como protagonistas. Se trata de unos sensores NB-IoT diseñados para monitorizar el crecimiento de los árboles a través de “dendrómetros”, que miden el diámetro del tronco. El aparato también transmite datos sobre la temperatura, la humedad del suelo y el balanceo de los árboles a un servidor alojado en la nube que se encarga de evaluar la información para procesarla. Con ésta es posible para los especialistas averiguar la contribución de los bosques al cambio climático, basándose en su capacidad para absorber y almacenar carbono de la atmósfera.

Alicates electrónicos

Se trata de unos aparatos conectados a una máquina que registra datos cada  vez que se realiza un corte, lo que permite evaluar la productividad por metro cuadrado. 

De este modo, el agricultor puede tomar decisiones mucho más rápidas y rigurosas mejorando la calidad de su producción, optimizando el consumo de agua y reduciendo al mismo tiempo los residuos y su impacto ambiental.

Repetidores que se autoabastecen con energías renovables

Y por último, Vodafone desarrolló antenas de telefonía móvil autoalimentadas. Se trata de unos repetidores que permiten autoabastecerse de energía en las zonas más remotas, donde la torre no puede alimentarse de manera tradicional, a través de la red eléctrica.

Según la compañía, las soluciones más prometedoras para el autoabastecimiento son combinaciones de energía solar, eólica y, si es necesario, un generador de respaldo que utilice combustibles renovables como el hidrógeno.

Con información de La Vanguardia