Según ha informado Greenpeace, los incendios producidos en el bosque de Taiga, en Siberia, ya han arrasado 4,3 millones de hectáreas, lo que está contribuyendo significativamente al cambio climático y ha emitido más de 166 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2). Alertan que desde principios de año, se han quemado un total de 13,1 millones de hectáreas.
La organización ha indicado que los incendios en los bosques siberianos son especialmente peligrosos para el clima, ya que producen carbono negro (derivado del hollín) que se deposita en el hielo del Ártico y acelera su fusión. La ONG en Rusia exige una revisión de estas zonas para evitar que se repita el mismo desastre el próximo año.
Fuente, Europa Press