La reproducción estival de la langosta del desierto, acrecentada por las lluvias torrenciales, puede suponer una grave amenaza para las zonas agrícolas de Yemen, Sudán, Eritrea y partes de Etiopía y el norte de Somalia durante los próximos tres meses, advirtió la FAO.

 

La plaga podría tener efectos potencialmente adversos en los rendimientos estacionales de la agricultura y en las economías locales, perjudicando a la seguridad alimentaria y a los medios de subsistencia de la población de los países afectados.

 

Este año se han realizado operaciones intensivas terrestres y aéreas contra la plaga en Irán (712 000 ha), Arabia Saudita (219 000 ha) y Sudán (105 000 ha), que sin duda han reducido las poblaciones de langostas, pero que no han podido evitar por completo que se formaran enjambres y se desplazaran a las zonas tradicionales de reproducción estival en Yemen, Sudán, el Cuerno de África y a ambos lados de la frontera indo-pakistaní.

 

Existe un riesgo entre moderado y alto de que la amenaza de la langosta del desierto se agrave aún más en el interior y zonas costeras de Yemen y el interior de Sudán, con la formación de enjambres que amenazarían la producción agrícola a finales del verano. A esto seguirá un ulterior incremento de insectos en ambas riberas del Mar Rojo durante el próximo invierno, a partir de noviembre.

 

Yemen es el país más amenazado debido a las infestaciones generalizadas en las bandas de saltones y a las fuertes lluvias que provocarán la formación de enjambres a partir de esta semana, lo que podría dar lugar a otra generación de langostas a finales de agosto, si las condiciones meteorológicas siguen siendo favorables.

 

Fuente, FAO