En virtud de la nueva ley aprobada por el parlamento portugués, que tiene como objetivo de combatir el impacto ambiental de los desechos tóxicos, las personas que arrojen las colillas al suelo recibirán multas que oscilan entre los 25 y los 250 euros.
El nuevo reglamento busca eliminar las colillas no sólo en las calles, sino también en las playas, orillas de río y parques. La nueva ley también impone ciertas responsabilidades en centros comerciales y hoteles. Las empresas están obligadas a colocar ceniceros en sus áreas para fumar y limpiarlo, los centros mencionados que violen la normativa tendrán una multa de entre 240 y 1,500 euros.
Fuente, TRT