Un equipo de científicos utilizó coles rizadas y colza como bioindicadores de la contaminación atmosférica. La prueba tuvo lugar en la ciudad de Copenhague, cuya universidad también ha participado en la investigación. El objetivo final es evaluar el potencial de las especies de plantas comestibles de los huertos urbanos como bioindicadores de la calidad del aire.
Estos hallazgos llevan a la conclusión de que el análisis de partículas atmosféricas absorbidas y depositadas sobre plantas comestibles puede ser una técnica fácil, económica y fiable para biomonitorizar la contaminación atmosférica por partículas en ambientes urbanos. Explican que las plantas escogidas fueron la col rizada y la colza debido a la meteorología y los tempos fijados, pero que el experimento podría haberse realizado con otras. Del mismo modo, también podrían variar los contaminantes analizados.
Fuente, La Vanguardia