Las concentraciones de oxígeno tanto en el océano abierto como en las aguas costeras se redujeron entre un 2 y un 5% desde al menos la mitad del siglo XX. Este es uno de los cambios más importantes que ocurren por culpa de las actividades humanas, con elevadas temperaturas del agua, contenido de dióxido de carbono y entrada de nutrientes.
Los seres humanos estamos alterando la abundancia y distribución de las especies marinas, pero la disminución del oxígeno podría representar un nuevo conjunto de amenazas para la vida marina. Los científicos apoyan la teoría de que los invertebrados marinos con mayor tamaño son generalmente más sensibles a las reducciones de oxígeno que los más pequeños, y por lo tanto serán más sensibles al futuro cambio climático global.
Fuente, Ambientum