Las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del consumo urbano deben reducirse un 50 % de aquí a 2030, y un 80 % para 2050 para evitar una crisis climática «catastrófica», según advirtieron esta semana en un estudio del grupo de ciudades C40. La organización agrupa a 94 de las mayores urbes del planeta, que aglutinan a más de 700 millones de habitantes y una cuarta parte de la economía mundial.

 

Su análisis, el primero a esta escala, no deja lugar a dudas: ese recorte per cápita es imprescindible para mantener la posibilidad de que el aumento de la temperatura a finales de siglo no supere los 1,5 grados. El esfuerzo recae principalmente en Europa, Estados Unidos y el este asiático, mientras que América Latina, África y el sur y oeste de Asia tienen como desafío adoptar modelos sostenibles en su desarrollo.

 

Fuente, EFEverde