El declive mundial en las poblaciones de abejas supone una seria amenaza para una gran variedad de plantas críticas para el bienestar humano y los medios de vida. Según destacó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, los países tienen la responsabilidad de hacer más para salvaguardar a estas aliadas fundamentales en la lucha contra el hambre y la malnutrición.

 

La cantidad de abejas y otros polinizadores se está reduciendo en muchas partes del mundo debido, en buena parte, a las prácticas agrícolas intensivas, el monocultivo, el uso excesivo de productos químicos agrícolas y a unas temperaturas más altas asociadas al cambio climático, que afectan no sólo a los rendimientos de los cultivos sino también la nutrición. Si esta tendencia continúa, cada vez con más frecuencias los cultivos nutritivos como frutas, nueces y muchas verduras serán sustituidos por cultivos básicos como el arroz, el maíz y las papas, lo que podría derivar en una dieta desequilibrada.

 

Fuente, IPS noticias