Un artículo publicó este hallazgo tras una investigación que buscaba cuantificar el impacto de las crecientes emisiones de gas de efecto invernadero y verificar qué efecto tuvo dicho incremento en las economías nacionales y en la brecha mundial de riqueza. Así descubrieron que los países pobres perdieron; mientras que los países ricos, especialmente aquellos que acumularon muchas emisiones durante los últimos cincuenta años, se beneficiaron del cambio climático.
La desigualdad entre las naciones, la cual se redujo mucho en décadas recientes, habría disminuido mucho más rápido, concluye el estudio, si el cambio climático no hubiera sido parte de la ecuación. Estima que la brecha en el ingreso per capita en los países más ricos y en los más pobres es 25 puntos porcentuales más grande de lo que habría sido sin el cambio climático.
Fuente, The New York Times