Actualmente, cerca del 40 % de la superficie terrestre natural fue reemplazada por cultivos y pasturas. Los ecosistemas en consecuencia se están modificando dramáticamente. Ese cambio en el uso de la tierra, acompañado por el uso de fertilizantes, aumentó la concentración de ciertos gases con efecto invernadero. Por tal motivo, un grupo de Investigación del INTA Bariloche, se enfocó en estudiar los mallines para entender su funcionamiento y estructura.

 

Así, se comprobó que los suelos de mallines tienen una alta capacidad para capturar dióxido de carbono (CO2), lo cual colabora con la mitigación del calentamiento global nivel mundial. Además, los resultados preliminares implican que los mallines patagónicos no serían grandes emisores de otros gases con efecto invernadero como el metano y el óxido nitroso, comparado a otros ambientes productivos del planeta, pero que el cambio global podría afectar estos patrones de manera significativa.

 

Fuente, Río Negro