Tal como explicaron los investigadores, los azúcares presentes en la zanahoria tienen la característica de ser en su totalidad fermentables, por lo que pueden transformarse en bioetanol de segunda generación, útil para la industria de los combustibles, bebidas, farmacopea, perfumería, entre otras aplicaciones. Y el biocombustible producido en la planta piloto se utiliza como solvente de extracción para obtener otros bioproductos: fibras dietarias y carotenos. La planta ya genera colorante natural, cápsulas y comprimidos de fibra dietaria.

 

Esto representa un importante aporte para el ambiente debido a que el voluminoso descarte de la producción de zanahorias generaba, entre otros problemas, malos olores, proliferación de roedores y degradación de los suelos.

 

Fuente: Conicet

PH, El Objetivo