En el 2018, la pérdida de bosques por esta causa superó las 9 mil hectáreas, según un reporte del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina, que realizó análisis a través de imágenes satelitales, demostrando así ,que esta actividad está alcanzando niveles históricos de deforestación en la selva peruana. En los últimos dos años, esta actividad ilegal arrasó con más de 18 mil hectáreas en el país vecino. Una cifra equivalente a 25 mil campos de fútbol.

El informe de MAAP también revela que la deforestación por la extracción no autorizada de oro en zonas como Madre de Dios, al sur del país, avanza hacia las concesiones forestales y hacia el interior de la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata.

Fuente, Semana sostenible