Las aguas europeas son clave en la AMOC (Circulación de Retorno del Atlántico Meridional), un proceso en el océano profundo que desempeña un papel clave en la regulación del clima de la Tierra.

Un nuevo estudio muestra que la mayor parte del AMOC no se produce en el mar de Labrador, en Canadá, como han sugerido estudios de modelos anteriores, sino en regiones entre Groenlandia y Escocia.

El retorno del agua lleva grandes cantidades de carbono antropogénico a las profundidades del océano, lo que ayuda a frenar el calentamiento global, según sostiene la coautora del estudio, Penny Holliday. Agrega que la reserva más grande de este carbono antropogénico se encuentra en el Atlántico Norte.

Fuente: iAgua