Desde el Gobierno llegaron a estimar que en 2017 en España se producirían 274,5 millones de toneladas de dióxido de carbono. Sin embargo los datos resultaron ser peores de lo esperado: 338,8 millones de toneladas de dióxido de carbono fueron a parar a la atmósfera el año pasado según revela el Avance del Inventario de Emisiones de Gases Efecto Invernadero publicado por el Ministerio de Transición Ecológica.
Estos datos preliminares ponen de manifiesto que las emisiones de dióxido de carbono aumentaron un 4,4% respecto al año 2016, esto supone el mayor aumento interanual desde 2002.
La razón principal de esta subida está en el aumento de casi un 20% de las emisiones procedentes de la generación de electricidad, debido a la mayor producción en centrales de carbón y ciclos combinados, unido a una caída de un 49% en la producción hidráulica en un año marcado por la sequía.
También contribuyeron a este aumento el incremento de las emisiones del sector industrial, la agricultura y el transporte por carretera.
Fuente: 20 Minutos