En esta ocasión la causa principal no es el aumento de las aguas debido al cambio climático que amenaza a millones de personas en Filipinas y en todo el mundo, como es que se pensaba, sino el hundimiento gradual en las entrañas de la tierra de esta localidad del norte del archipiélago filipino. Algunas regiones se hunden entre 4 y 6 centímetros al año desde 2003, según observaciones satelitales.

 

Para los expertos es una lenta catástrofe provocada fundamentalmente por el bombeo abusivo de las capas freáticas para surtir de agua a viviendas, fábricas y granjas en plena explosión económica y demográfica. La magnitud del desastre es mucho mayor que el que representa el aumento del nivel de los océanos, debido a los riesgos que corren los millones de habitantes.

 

Fuente, AFP