Una nueva investigación ha descubierto que los pequeños valles cerca de la parte superior de la capa de hielo de la Antártida alcanzan temperaturas de casi 100 grados centígrados bajo cero.

Estas temperaturas se observan durante la noche del polo sur, principalmente durante julio y agosto, y cuando el cielo está despejado y el aire se encuentra extremadamente seco, porque el vapor de agua bloquea la pérdida de calor de la superficie de la nieve.

El hallazgo podría cambiar la comprensión de los científicos de cómo estas temperaturas tan bajas pueden llegar a la superficie de la Tierra y cómo ocurre.

Fuente: Europapress