Debido a la creciente industria espacial, los cohetes y satélites van en aumento. Aunque expandir nuestros horizontes nos ha permitido avances científicos, todo esto conlleva un riesgo ambiental. En ese sentido, agencias como la NASA han reconocido la importancia de rediseñar sus prácticas para volverlas más sostenibles.

En la Universidad de Kioto, en Japón, creen que la madera puede ser la mejor solución. De hecho, llevan años trabajando para averiguar si este material puede ser utilizado en el espacio exterior.

La casa de estudios hizo varias pruebas de laboratorio en las que demostraron que ciertas maderas pueden resistir temperaturas de entre -150 y 150 grados centígrados. También hallaron valores razonables de deterioro en condiciones de vacío.

Tras esta investigación, en el 2020 comenzaron con las pruebas reales, enviando diferentes tipos de madera a la Estación Espacial Internacional que se dedicó a hacer las evaluaciones en el entorno correspondiente.

Sorprendentemente, el material no presentó degradación ni deformaciones, sin signos detectables de desprendimientos o daños en la capa superficial. Así, se confirmaron las propiedades estudiadas anteriormente.

La Universidad de Tokio explica que se probaron tres tipos de madera, y que tras los buenos resultados del experimento está un paso más cerca de llevar su propuesta al siguiente nivel. En 2024, en colaboración con la NASA, la Agencia Espacial Japonesa (JAXA) lanzará al espacio un satélite construido posiblemente de madera de magnolia, por su estabilidad y gran resistencia.

Señalan que la madera, al ser un material natural, económico y basado en carbono, tiene una “producción considerablemente más sostenible” que otros materiales avanzados. Además, presenta beneficios a la hora de dar lugar a su destino final, ya que se espera una completa eliminación en su reingreso a la Tierra, sin “subproductos nocivos”.