Un equipo de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de La Plata hizo el descubrimiento de la entrada original del sepulcro de Amenmose, localizado en la ribera occidental de Luxor.

Estamos hablando de estructuras que datan de hace 3 mil 500 años, que permanecían cubiertas por unos siete metros de sedimentos. Allí no sólo estaba escrito el nombre de la momia, sino una imagen de él y una mesa de ofrendas.

Este descubrimiento está enmarcado en un proyecto de conservación del monumento, sus pinturas y relieves. Hasta el 2020 este lugar permanecía prácticamente intacto, no habían estudios en profundidad ni restauraciones.

De este modo el proyecto argentino contribuye a la conservación de un sitio de valor patrimonial mundial; de acuerdo a la convención de la Unesco de 1979, que incluye a Tebas y sus necrópolis entre los sitios declarados patrimonio de la humanidad.

La tumba capilla consta de dos salas, tiene forma de ‘T’ y, según se indicó: «en expediciones anteriores la entrada a la tumba era a través de un túnel y un agujero de 50 por 37 cm. desde una tumba vecina» por lo que destacó la importancia de «encontrar la entrada original para efectuar los trabajos de conservación.

Tras hallar la entrada original, se encontraron materiales de diverso tipo: hallazgos faraónicos como textiles de lino con restos de representaciones, que eran los que portaban las momias; una oreja de madera pintada, que se conoce del Período Tardío que era para escuchar las plegarias; guirnaldas secas de flores; conos funerarios con inscripciones con los nombres de los propietarios de las tumbas.